Zombificación – Términos de interés octubre 2021

Un zombi, como explica la docta corporación que limpia, fija y da esplendor, es “una persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad.” Este proceso de zombificación lo lograrían los brujos del culto vudú de la isla caribeña de Haití suministrando a las personas determinadas sustancias. No entro en más detalles, porque tengo la impresión de que hasta los etnólogos no los tienen muy claros. Pero las confusas noticias acerca de estas prácticas encendieron ya temprano la imaginación de escritores y cineastas, con cuyas obras estos muertos vivientes entraron en las salas de cine y en los hogares del mundo entero.

En estos últimos tiempos, los zombis parecen haberse hartado de estar confinados a novelas y películas, tomando por asalto las páginas de las secciones económicas de los periódicos. Advierte Luis de Guindos en La Vanguardia del 9 de abril de 2021 que “hay que evitar la zombificación de la zona euro.” Los zombis que teme el ex ministro de economía de España y actual vicepresidente del BCE son empresas que se parecen a los muertos vivientes en la medida en que, según las leyes que rigen en una economía normal, serían insolventes, pero que, en la economía heterodoxa en la cual vivimos, siguen con un tenue hilo de vida gracias a las ayudas del Estado, los bajísimos tipos de interés y la indulgencia inusitada de los bancos acreedores. Se da la paradoja de que, en 2020 durante una de las mayores crisis económicas de la historia, causada por la pandemia de la Covid-19, se registraron menos quiebras de empresas que en años de fuerte crecimiento económico. Es el elevado número de esas empresas zombi, que se estima en un 15 por ciento o más, el que preocupa a Guindos, ya que serán una traba para el crecimiento y la productividad de la economía después de la pandemia. Muchas de estas empresas zombi no tenían plan de negocios viable antes de la pandemia y ahora apenas ganan lo suficiente para cumplir el servicio de la deuda, sin medios disponibles para la inversión necesaria para enfrentarse a la competencia en tiempos normales.

No usó Guindos la palabra zombificación en un rapto poético, sino que se trata de un término técnico de la ciencia económica, que se aplicó por primera vez para referirse a la situación de la economía japonesa después del pinchazo sonoro de una burbuja bursátil e inmobiliaria de gran magnitud en 1989. En vez de permitir que las empresas insolventes se hundieran, el gobierno japonés las mantenía en vida con medidas que se parecen a las que hemos presenciado durante la pandemia de la Covid-19. Parece que la economía zombi japonesa no ha recuperado todavía todos sus espíritus, más de 30 años después de administrársele determinadas sustancias, y que sigue esperando el brujo que la reanime.

Redactado por: Franz Rainer, Wirtschaftsuniversität Wien